ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO Anoche habló el Santo Padre, y me quedé estupefacto. Su homilía, preñada de “perdón”, “amor” y “libertad”, referida a la acción militar ejercida sobre un país tercermundista, me sobrecogió. Seguí transido de fervor la Eucaristía, que en manos del Papá adquiría carácter prodigioso, y elevé una sentida oración por los oprimidos masacrados. -Excelencia- el ministro de justicia interrumpió mi rezo-, esto urge. Me santigüé, cerré el devocionario, apagué el televisor y empuñé la estilográfica. -¿Once hoy? ¡Vaya por Dios!- me lamenté, pero firmé con pulso seguro las sentencias de muerte. -Gracias excelencia. Que descanse. -Lo haré. La conciencia limpia es el mejor somnífero. FIN
TAF SE MUEVE: REAL JARDÍN BOTÁNICO
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Después de sufrir unos días de bastante frío, aprovechamos la mañana
soleada para realizar la salida mensual. Y qué mejor sitio para disfrutar
de un rato...
Hace 6 días
Muy crudo relato Pilar, pero muy sincero.
¡Qué fuerte! No todos medimos con el mismo rasero y hay "conciencias" que no pasarían la prueba del algodón.
My bien Ángela, sin describir físicamente al personaje consigues que lo imagine.
Dios es una cosa y su Corte terrenal otra bien distinta. ¿A quién tratan de engañar?
La gran comedia del mundo, donde los histriones van vestidos de uniforme que les imprime carácter, y aspecto de legalidad a lo que hacen....enhorabuena por tu blog...un abrazo de azpeitia
En pocas palabras has dibujado un personaje y una situación que por desgracia no es ficción. Yo le habría puesto otro título: A Dios rogando y con el mazo dando.
¡Que terrible! Lo peor es que estamos sometidos a tantas mentiras, que cuando explote la luz no nos lo vamos a creer.