Pilar

AL MAL TIEMPO… Llueve. Y yo sin paraguas. Las prisas… Las prisas y el pataleo. Y el maldito tiempo; hacía un sol rabioso y, sin más, se lía una tormenta furibunda. Aguanto un rato frente al portal, refugiada bajo la cornisa del super. Miro a nuestras ventanas; se darán cuenta de la que está cayendo y se asomarán para buscarme. Espío esperando verlos aparecer preocupados, deseosos de perdonarme. Los padres siempre quieren perdonarnos aunque suspendamos, aunque no ordenemos la habitación, incluso si les tratamos mal y salimos vociferando, dando un portazo. Sigue la lluvia. Siguen las ventanas cerradas. Sigue el portal atrancado. Y yo… congelada. Hambrienta. Las luces del super se van apagando, el personal despidiéndose a toda prisa y queda la calle solitaria, silenciosa de voces… Sólo el ruido de las alcantarillas tragando agua sin cesar me acompaña. Yo también trago: las lágrimas frustrantes, el orgullo, y cruzo corriendo. En casa hace calor y la cena estará preparada. FIN