Pilar
JOHNNY COGIÓ SU FUSIL Algunos lloran; el rugido de los Boeing C-17 solapa los supiros de los familiares que los rodean, apurando los últimos minutos. Madres y novias, a pesar de las lágrimas y de las oraciones mudas, intentan sonreir; los acarician, los besan, dicen que están guapísimos con el uniforme y se esfuerzan por ahuyentar la punzante imagen de esa bandera doblada como un acerico. Los adolescentes, silenciosos, sueñan aventuras heroícas. Los padre les palméan la espalda y proclaman el orgullo que siente por su patriotismo, su valor, aunque, de inmediato, aseguran que el presidente pronto ordenará la retirada de las tropas; íntimamente también lloran, también rezan para que cumpla su palabra. FIN