Pilar
UNA CASA DE ENSUEÑO El pasillo conducía al salón, presidido por el retrato de una bella mujer. Parecía sonreírme, invitarme a mirarla. Los ventanales se abrían al jardín, tan decadente como el resto del caserón, pero nada justificaba el ridículo precio que pedían. -El heredero vive en París y quiere liquidarla- aseguró el vendedor. Todavía dudé al escuchar ruidos en el piso superior. Provenían de uno de los dormitorios; olía a perfume y supe que ella estaba allí. El vendedor también lo percibió y sonrió nervioso. Extendí un cheque y le despedí para quedarme a solas con mi espectral fantasía. FIN
Pilar
LA PRIMERA CITA. Eres malo para hacer la guerra, dijo mi mujer. -Te sobra entusiasmo, pero careces de picardía- aclaró- Para desbancar a tu oponente debes usar estrategia. Ciertos detalles y gestos, dicen más que los alardes de fuerza; resérvalos para defender tu conquista. ¿Vas a liarte a tortas con Luisito? No, hijo, no. Fíate de tu madre; sugeriría que te ganases su confianza y sabrías con qué armas luchar para derrotarle. -Me parece un consejo rastrero- apunté yo, y mi mujer me fulminó con la mirada. -Debe aprender desde pequeño a pelear por lo que quiere; en el amor vale todo. Le gusta Martita… pues a por ella- arregló la corbata del chico, le atusó el flequillo rebelde y le besó. -Diviértete, hijo. Y recuerda: a las diez te quiero en casa. FIN