Pilar
BREVE ABRAZO Cada verano vuelvo, recorro la playa donde la conocí; peregrino por las calles que transitamos escudriñando cada rincón silente y umbrío, testigo de nuestros abrazos y acabo aprisionado entre el recuerdo y la frustración, derrotado en la anodina habitación del hotel. Los amores efímeros, pero intensos, dejan tanta huella… El nuestro duró apenas un suspiro; lo llenamos con silencios elocuentes, ¿para qué hablar? Los sentidos y el latente deseo lo hacían por nosotros, inmersos en una loca embriaguez de besos y caricias urgentes, tanto que padezco resaca inacabable, una sed que no se sacia jamás. Ni siquiera otros labios, otros brazos consiguen hacerme olvidar aquellos, dulces y posesivos a la vez. A veces dudo de que el romance fuese tan idílico como lo atesoro, pero el tiempo, inefable escultor, cincela con mano experta las aristas y él es quién, en definitiva, eterniza el espejismo. O quizá es que los sueños son el alimento de la realidad, por eso me resisto a despertar. FIN
Pilar
JOHNNY COGIÓ SU FUSIL Algunos lloran; el rugido de los Boeing C-17 solapa los supiros de los familiares que los rodean, apurando los últimos minutos. Madres y novias, a pesar de las lágrimas y de las oraciones mudas, intentan sonreir; los acarician, los besan, dicen que están guapísimos con el uniforme y se esfuerzan por ahuyentar la punzante imagen de esa bandera doblada como un acerico. Los adolescentes, silenciosos, sueñan aventuras heroícas. Los padre les palméan la espalda y proclaman el orgullo que siente por su patriotismo, su valor, aunque, de inmediato, aseguran que el presidente pronto ordenará la retirada de las tropas; íntimamente también lloran, también rezan para que cumpla su palabra. FIN
Pilar
INTRANSIGENCIA Relleno folios por no vaciar el cargador delante del primero que se me presente… dadme tinta, un asesino anda suelto. No estoy desquiciado, simplemente no soporto que toquen mis útiles de escribir. Colecciono libretas, bolígrafos… en la universidad todos lo saben. Prefiero prestar dinero o el coche antes que un lápiz. Hoy mi taquilla estaba descerrajada y mis más preciadas pertenencias rotas o desaparecidas. Lusy, popular y guapa oficial, rodeada de su cohorte acechaba mi reacción. Así aprenderás dijo, nadie me rechaza. Y los incondicionales corearon sus carcajadas. Se les congeló la risa cuando me volví empuñando la pistola. Mañana seré yo el más popular de la universidad y mi foto recorrerá el mundo. FIN