Pilar

TRAPOS SUCIOS Todo el mundo sabía que era una mujer bala; sus palabras herían, a veces mataban y, sin embargo, su programa alcanzaba las máximas cuotas de audiencia. Siguió defenestrando reputaciones, mutilando vidas y siempre preservando celosamente la suya. La noche que desde el pasado el hombre sin futuro surgió como una sombra, a la mujer bala se le atravesó el proyectil en la garganta y la dejó muda. FIN