TRAPOS SUCIOS
Todo el mundo sabía que era una mujer bala; sus palabras herían, a veces mataban y, sin embargo, su programa alcanzaba las máximas cuotas de audiencia. Siguió defenestrando reputaciones, mutilando vidas y siempre preservando celosamente la suya. La noche que desde el pasado el hombre sin futuro surgió como una sombra, a la mujer bala se le atravesó el proyectil en la garganta y la dejó muda.
FIN
Hace 20 horas
Parece que en este cuento quien a fuego mata a fuego muere. Consigues en pocas lineas describir al personaje, que se aproxima bastante a algunos que llenan las pantallas de nuestras televisiones, y el final no parece tan descabellado.
My bien Ángela.
Es peligroso sacar los trapos sucios ajenos porque al final el pasado siempre te lo devuelve y tus propios trapos sucios te acaban salpicando. Muy bueno Pilar.
Todos tenemos un pasado. Y nada de lo humano, nos debería ser ajeno.
Muy bien.
Javier