Pilar
LA PRIMERA CITA. Eres malo para hacer la guerra, dijo mi mujer. -Te sobra entusiasmo, pero careces de picardía- aclaró- Para desbancar a tu oponente debes usar estrategia. Ciertos detalles y gestos, dicen más que los alardes de fuerza; resérvalos para defender tu conquista. ¿Vas a liarte a tortas con Luisito? No, hijo, no. Fíate de tu madre; sugeriría que te ganases su confianza y sabrías con qué armas luchar para derrotarle. -Me parece un consejo rastrero- apunté yo, y mi mujer me fulminó con la mirada. -Debe aprender desde pequeño a pelear por lo que quiere; en el amor vale todo. Le gusta Martita… pues a por ella- arregló la corbata del chico, le atusó el flequillo rebelde y le besó. -Diviértete, hijo. Y recuerda: a las diez te quiero en casa. FIN