Pilar
LA PRIMERA CITA. Eres malo para hacer la guerra, dijo mi mujer. -Te sobra entusiasmo, pero careces de picardía- aclaró- Para desbancar a tu oponente debes usar estrategia. Ciertos detalles y gestos, dicen más que los alardes de fuerza; resérvalos para defender tu conquista. ¿Vas a liarte a tortas con Luisito? No, hijo, no. Fíate de tu madre; sugeriría que te ganases su confianza y sabrías con qué armas luchar para derrotarle. -Me parece un consejo rastrero- apunté yo, y mi mujer me fulminó con la mirada. -Debe aprender desde pequeño a pelear por lo que quiere; en el amor vale todo. Le gusta Martita… pues a por ella- arregló la corbata del chico, le atusó el flequillo rebelde y le besó. -Diviértete, hijo. Y recuerda: a las diez te quiero en casa. FIN
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5 Responses
  1. My bien Ángela Says:

    Puntos de vista muy diferentes de una misma situación. Bien descrito en pocas líneas. Al final el niño no hará caso a ninguno, como suele pasar. Nadie escarmienta en cabeza ajena.


  2. Arvikis Says:

    La cuestión es que la vida es la experiencia, y esta es individual, intransferible e inevitable. Además cada ser humano es un prototipo. No sirven los consejos, solo sirven los abrazos y los besos.
    Por eso, un beso
    Javier


  3. Antonio Says:

    Me ha gustado mucho tu blog.
    Lo voy a incluir entre los recomendados del mío (al que te invito a pasar): www.arenglonseguido.net
    Si puedes haz tú lo mismo.
    Saludos y enhorabuena


  4. Cruz Says:

    ¡Qué buenos consejos dan siempre las madres!Ahora, que a las diez..., ya podía darle un poquito más de margen...


  5. encantada Says:

    Vuelves a dejarme con la boca abierta al final.
    Mira que es difícil con un texto tan corto llegar a sorprender tanto al lector. Sí, lo consigues otra vez.
    Muchas gracias.

    Ah, y Antonio es amigo mío (llego tarde para presentártelo, ya lo ha hecho él)