DE PADRES GATOS…
El niño paró de colorear en amarillo las trenzas del dibujo que estaba haciendo en su cuaderno.
-Le regalaré a Henar un collar, como el que papá te compró ayer- aseguró- Y unos pendientes. Y un abrigo de piel, el más bonito que tengan en la tienda.
La madre dejó de lado el libro, y una sombra de tristeza le nubló el rostro. Abrazó a su hijo y le cubrió de besos.
-Pero eso cuenta mucho dinero- alegó dulcemente - ¿De dónde piensas sacarlo?
-Pues del Banco- replicó cargado de razón el pequeño y se desligó del abrazo- ¡Mamá, no sabes nada!
-¿Y cuando le darás esos regalos a Henar?- continuó interrogándole, ignorando el comentario último.
-Se los daré cada vez que sea buena y no me haga enfadar. Igual que hace papi cuando te pide perdón. Así, con tantos regalos, dejará de llorar. Como haces tú. Y no querrá marcharse a vivir a otra casa. Tú no te vas a marchar, ¿a que no, mami?
La madre no respondió. Una lágrima furtiva le rodó por la mejilla tumefacta.
El niño volvió a enfrascarse en el dibujo y terminó de colorear las trenzas amarillas.
FIN