AL ACECHO
El hombre luce una inquietante
sonrisa mientras se acerca a la Plaza Mayor.
El día de las pellas es su
favorito; ya se escuchan las risas, la algarabía de los colegiales, el trajín
del marcadillo navideño con los puestos tan coloristas.
Busca cobijo en la umbría del
Arco de Cuchilleros. Se frota las manos mórbidas, como enjabonándoselas, y ajusta
los vuelos de la gabardina en torno a las piernas.
El hombre de la inquietante
sonrisa babea y se relame los labios lascivos.
FIN