Pilar

 








 Después de incontables impedimentos, por fin podremos presentar el libro que la pandemia relegó, en espera de una mejor ocasión para darlo a conocer.
Si queréis acompañarnos seguro que pasaréis una tarde de domingo distinta y amena con nuestras entretenidas lecturas y buena música. 

Pilar




LÍNEA 4

 

El vagón estaba abarrotado; me incomoda ir apretujada, aunque como llevaba prisa opté por subir. Me quedé cerca de las puertas, junto a una mujer y un chaval.

En cada estación bajaban unos, entraban otros y yo me agarraba a la barra empeñada en no ceder mi espacio. En Prosperidad, un hombre entrado en años, oliendo a tabaco y colonia barata, se acopló a mi lado. Se arrimaba demasiado; yo procuraba retirarme, pero el espacio era mínimo y apenas ganaba terreno. El chaval se abrió paso a empujones para apearse en Diego de León; el hombre ocupó su lugar y eso nos permitió a la mujer y a mí un pequeño respiro. Noté un toque ligero por la pierna. El tipo estaba impasible, mirando al techo; su aliento me rozaba la nuca. Cambié de postura. Cambió el manoseo; ahora me sobaba el culo y me dio un pellizco.

Eres un cerdo, grité, le pegué un bofetón y con el tacón le machaqué el pie.

Protestó, me llamó loca, amenazó con denunciarme por agresión y yo a él por abuso.

La gente le abucheó, le llamaron pervertido, violador… Un escándalo del que huyó en Goya, vociferando, diciendo que más quisiera yo, que qué me creía... ¡Menudo sofocón! 

En Alonso Martínez me apresuré para salir. Antes de que se cerrasen las puertas pude ver a la mujer que iba a mi lado guiñando un ojo ¡y me soltó un beso! Me quedé perpleja. No se me quita de la cabeza su descaro y cinismo.

FIN


Etiquetas: 1 comentarios | | edit post