Pilar

SALVADO POR UN BESO Es el diluvio, pero no mi barca, hoy no es mi día pensé mientras me llovían los golpes y estaba a punto de derrumbarme. Me salvó la campana. Tenía que seguir. Era mi oportunidad, el bienestar de mi familia. Los ojos fieros de mi oponente me decía que yo estaba perdido y él tan seguro de ganar que decidí que lucharía hasta el final, aunque me dejase la vida. Entonces vi a mi hijo. Lloraba abrazado a su madre, me suplicaban con la mirada. Ella movió la cabeza despacio, de un lado a otro, sus labios dibujaron un beso, un “te quiero”. Y tiré la toalla. FIN
3 Responses
  1. Ánnngela Says:

    Muy emotivo.


  2. Anónimo Says:

    Muy bueno, claro y conciso.
    Te felicito. Cada día lo haces mejor y mejor y mejor. ¿Hasta dónde piensas llegar?
    Un beso
    Lui


  3. Anónimo Says:

    Me parece simplemente genial.
    Besitos de Carmen