LARGO OLVIDO
Los sentidos y el deseo hablaban
por nosotros inmersos en una loca embriaguez de caricias urgentes, tanto que
padezco resaca infinita, sed insaciable. Ni siquiera otros labios ni abrazos logran
hacerme olvidar aquellos, dulces y exigentes a la vez. Dudo que el romance
fuese tan idílico como lo atesoro; el tiempo, inefable escultor, cincela con
mano experta las aristas y él es, en definitiva, quien eterniza el espejismo. O
quizá es que los sueños alimentan la realidad y me resisto a despertar, por eso
vagabundeo como sonámbulo buscándola. Los amores eternos son tan breves…
FIN
Preciosa historia y profunda reflexión. My bien Ángela
Me encanta la frase final. Enhorabuena Pilar. Besicos.