ACECHANZA El hombre luce una inquietante sonrisa mientras cruza la calle apresuradamente. Se acomoda en un banco del parque, el que está frente a los columpios a resguardo de un arbusto con florecillas blancas. Se ajusta los vuelos de la gabardina en torno a las piernas. Se flota las manos mórbidas, como enjabonándoselas. Ya se escuchan las risas, la algarabía de los niños acercándose. El hombre de la inquietante sonrisa babea y se relame los labios lascivos. FIN
PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA POÉTICA "PAISAJES INTERIORES" DE JUAN CALDERÓN
MATADOR.
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Nuestro amigo, Juan Calderón Matador, presenta su primera antología poética
que abarca desde 1993 hasta 2023 y promete ser todo un acontecimiento.
Ten...
Hace 1 semana
Muy bonita descripción para llegar a ese final sugerido, que le da intensidad al microrrelato. Estupendo, Pilar
Un columpio vacío siempre es inquietante. Para mí el final ha sido trágico. Lo siento.
Javier
BUEN TRABAJO, PERO QUE MAL ROLLO
Muy bien Angela. ¡que asqueroso!
Con tan pocas palabras y uno se imagina perfectamente al tipo y sus intenciones.