Pilar

NO HAY MÁS SORDO QUE… El candidato a la reelección subió al estrado, se colocó ante los micrófonos… Y se quedó en blanco. Miró en derredor del inmenso recinto a las caras expectantes de correligionarios y periodistas, y se preguntó cómo era el discurso que llevaba semanas memorizando. Se ajustó el nudo de la corbata de seda, los puños de la camisa celeste, y comprobó que los gemelos de oro estuviesen bien ajustados. Sudando, flaqueó y se apoyó en el atril buscando ayuda en los rostros benevolentes de los afiliados, entregados, que le contemplaban expectantes. La presidenta consorte sonreía animándole; hasta le envió un beso furtivo, pero él seguía sin saber qué decir. La memoria le jugó una mala pasada y lanzó las mismas consignas de la campaña de cuatro años atrás. Habló y habló… Y salió airoso del trance. Las promesas electorales, a los incondicionales asistentes, les sonaron a novedad. FIN
6 Responses
  1. Me ha gustado mucho...sobretodo ese sorprendente final.


  2. Anónimo Says:

    ASÍ ESTAMOS, CIEGOS, SORDOS... Y LAS PROMESAS SIN CUMPLIR. ¡QUÉ ASCO DE POLÍTICA!


  3. Aleizar Says:

    Consignas y muchas promesas hasta que llegan al poder con la ayuda de sus votantes, luego una vez bien acomodados en sus poltronas tienen la memoria de los peces de colores.


  4. Anónimo Says:

    Como no les va a sonar a nuevo, si seguro que no había hecho nada...


  5. Arvikis Says:

    POLÍTICOS 7 AÑOS "TRABAJANDO" Y LA PENSIÓN MÁXIMA COMPATIBLE CON OTRAS "FOR EVER" Y EL PUEBLO AJO Y AGUA DOS AÑOS MÁS A DOBLAR LA ESPALDA. ¿QUIÉN NECESITA A LOS POLÍTICOS?
    ARVIKIS


  6. Federico Says:

    Tu relato no es ficción. Es la cruda realidad de cada cuatro años.